Descripción
En 2009 nace Mia la primera hija de Alex Llovet. Y como no se puede ser padre sin volver a ser hijo, la paternidad le devuelve con fuerza a eposodios oscuros de su propia infancia. Cinco años más tarde. Alex trata de cohesionar estos dos roles a través de la fotógrafia en busqueda de su identidad propia: se adentra en el bosque, a veces con ella, porque es allí donde vibran sus recuerdos, y donde resuenan realidades tan lejanas en el tiempo y en el espacio como cercanas emocionalmente.