Descripción
Se trata de una alianza entre la artista multidisciplinar Alba Galocha y el fotógrafo Pablo Curto a lo largo de todo un año. El libro no tiene una narrativa fija, sino que podemos leerlo desde el lado y la posición que consideremos adecuada, incluso ir saltando. Por un lado, la cara de Alba plasma piezas de cerámica en el mar, chocando con las olas, lo que supone una erosión constante que provoca que su forma mute, dejando solo un ligero recuerdo de lo que en un inicio fue. Por lo contrario, en las páginas de Curto, se transcriben conversaciones entre ambas a lo largo del tiempo que duro el proyecto, están marcadas por el dolor de Pablo ante una pérdida combinados por los miedos existenciales de Alba.
No buscan mostrar unos simples paisajes, sino ahondar en el dolor y las emociones humanas a partir de estos cada uno la traduce a su manera y con diferentes vías artísticas. La isla de Fuerteventura no es más que un escenario en el que volcar sensaciones y experiencias que son dolorosas, aunque te fortalecen. Hay un volcán encima de casa consta de un libro, pero también de una exposición que contiene 8 bordados, una proyección dual de fotografías, fragmentos de una conversación vía WhatsApp y el resto evanescente de un trozo de barro.