Descripción
El fotógrafo estadounidense Joel-Peter Witkin ha estado elaborando una obra singular y perturbadora durante casi medio siglo. Perturbadora por el universo interior que revela, al mismo tiempo turbulento, extraño y habitado por la certeza de una presencia divina real. Si se encuentra lo más cerca posible de lo humano al elegir sus temas en entornos marginales o con prácticas extremas (transexuales, adeptos al sadomasoquismo, enfermos mentales, discapacitados físicos), trasciende lo anecdótico y lo espectacular: la gloria y la miseria de la carne manifiestan en sus fotografías una inquietud metafísica y filosófica, e incluso mística, que se enraíza en la inmensa cultura artística de Witkin.
La ocasión era propicia para destacar aquí esta constante circulación de temas, haciendo vislumbrar la riqueza y diversidad de la colección de grabados de la Biblioteca Nacional de Francia a través de unas cincuenta grabaciones preciosas, en un diálogo inédito y fecundo con la obra del fotógrafo: Durero, Rembrandt, Goya, Rops, Picasso, Ensor… Esta confluencia de influencias declaradas y del trabajo de la fotografía como collage, como palimpsesto (con sus raspados, rasgaduras, abrasiones del negativo, aplicaciones de filtros y diversos obstáculos entre el soporte y el agrandador) da lugar a una obra que se sitúa en la gran línea de Sade, Bataille y también de los místicos cristianos.