Descripción
Una invitación de Alex Dorfsman a un programa de residencias artísticas en su casa de campo se convierte en una experiencia inmersiva de reflexión, descanso y creación. Durante esos días de contemplación, paseos y lecturas compartidas, Alex se sumerge en su proceso fotográfico, realizando un ritual en el que desenvuelve fotografías recién impresas y las organiza en grupos según formas, colores y manchas. A través de este método, las imágenes, lejos de ser estáticas, muestran cómo el tiempo y el movimiento están interconectados, invitando a cuestionar la naturaleza ilusoria de la realidad y de las dimensiones en las que percibimos el mundo, sugiriendo que todo es una construcción efímera y subjetiva.







