Descripción
Tino Soriano se infiltra, en 1980, de manera clandestina en el Instituto Mental durante los findes de semana aprovhechando la ausencia de médicos. Realiza su primer reportaje plasmando una realidad muy diferente a las ideas preoconcebidad sobre las enfermedades mentales que se tenía en la época. Al introducirse en este escenario se encuentra con personas inofensivas solitarias, amables y completamente olvidadas por sus familas, capturo su cotidianidad y las condiciones con las que convivían en esta institución. El abandono que sufrían generaba un miedo al mundo exteriror, a pesar de la poca calidad de vida con la que contaban. Este edificio contaban con espacio para más de 700 pacientes, aunque durante sus últimos años solo albergaba 40, de los cuales una gran mayoría se trataba de personas mayores que jamás habían salido de allií.
Este trabajo inicial marco la carera de Tino Soriano, quien continuó durante toda su trayectoria abordando facetas humanas relacionadas con el mundo de la sanidad. Este primer reportaje denominado Insitituto Mental es un ejemplo de la sensibilidad y el compromiso del artista. Con sus fotografías, aborda temas como los prejuicios hacia la salud mental o las condiciones invisble que incluso a día de hoy necesitan colocarse en punto de mira para poder construir unas mejores que se adapten a la situación de los pacientes. Su mirada honesta y empática nos muestra la humanidad de aquellos que, a pesar del estigma, siguen siendo personas con historias, miedos y esperanzas.
La editorial Ojos de Buey continúa su labor de rescatar relatos visuales únicos que combinan arte, historia y crítica social. Con “Instituto Mental”, nos acerca a una obra fundamental para comprender una parte olvidada de la historia de Barcelona y del trato hacia las enfermedades mentales en el siglo XX.