Descripción
La resistencia de los cuerpos confronta y conmueve simultáneamente, es la evolución de un hombre que articula a otros seres humanos a través de sí mismo, es decir, los pasa por él, por su entraña, por su mente, se deja atravesar para sentirles, nombrarles y permitirles ser.
Los cuerpos como territorios, se vuelven lugares minados y saqueados, erosionados por una lógica de consumo, de abusos y de violencias; fenotipos de una clase que trabaja, que se alimenta de chatarra (alimentos no nutritivos), que busca la manera de persistir y que nos conecta con las millones de personas que en el mundo, cargan en su estructura física la desigualdad, la pobreza, el miedo, el rechazo y la indiferencia, humanos que sobreviven a un sistema económico injusto, que sufren, aguantan y que la única opción que tienen es resistir hasta morir.
Las maquinas como una extensión de los cuerpos, corporeidades que son el reflejo de mecánicas desgastadas, es inevitable no preguntarnos sobre ellos, aunque tenemos fichas técnicas, ¿Cuál será su futuro?, ¿a qué se exponen?, ¿Cuáles son sus condiciones de vida?, ¿Quién cuida de ellos?, ¿a quién le importan?, éste libro es un manifestó, es un documento político, como cada cuerpo ahí presente, sus anatomías y fragmentos son el paisaje de la sociedad derruida, fragmentada, azotada por la corrupción y las violencias.
