Descripción
«Estas fotografías nos dicen que una mancha puede ser la sombra que proyecta el sol al colarse por la ranura de una puerta, la luz que se filtra entre las ramas de un árbol, o los restos de pintura que un pintor deja sobre el suelo. El pintor es Joan Miró, y el lugar en que las fotografías fueron tomadas es su taller en la isla de Mallorca. Rif Spahni ha registrado con su cámara las huellas que Miró dejó en las paredes y el suelo de ese taller. Como las manchas del niño, esas huellas son una marca que separa, pero también el lugar donde el mundo empieza a aparecer. Un lugar de visión.»
Gustavo Martín Garzo, del texto del libro.